miércoles, 24 de marzo de 2010

Con la mirada en el otro lado del charco

Tres días. Sólo llevo aquí tres días y parece que han pasado meses. Vuelvo a casa y me encuentro con un mundo diferente, mi mundo. Parece que ha cambiado pero sigue siendo el mismo. Lo único que ha cambiado ha sido mi forma de ver la vida. He necesitado comer cada día lo mismo para ver lo innecesario que es tener la nevera llena de cosas ricas y los armarios repletos de dulce y caprichos. He necesitado vivir con una gran familia para darme cuenta de lo duro que es ser mayor antes de tiempo, de tener responsabilidades desde los ocho o nueve años. He aprendido que el dinero es importante, pero con poco o casi nada también se vive. He aprendido lo mucho que se valora una simple pulsera de hilo cuando la regalas a alguien con quien convives tres días. Tres días.

Me he dado cuenta de lo triste que es tener todo, todo a nivel material y carecer de lo más básico y esencial: los valores. Me he enfadado conmigo misma, me he sentido egoísta, culpable, ridícula, cada vez que me quejo por algo superfluo... Me he sentido estúpida haciendo planes a medio-largo plazo cuando al otro lado del charco sólo importa el día a día.


Y he reído, he llorado, he añorado, he soñado con volver al lugar que me ha roto los esquemas, que ha sacudido mi cabeza y mi alma con una realidad más dura de la que estoy acostumbrada a ver. Y he envididado ese espíritu de lucha, esas ganas de salir adelante con esfuerzo y trabajo conjunto, ese compromiso, esa solidaridad y la mirada esperanzada de quienes han quedado allá, en el país de los volcanes y la gente humilde.

miércoles, 17 de marzo de 2010

TERMINANDO EL TRABAJO

17 de Marzo de 2010

Toda la mañana de trabajo presentando los proyectos del grupo. Ha sido duro, un trabajo contra reloj, porque hemos estado prácticamente siete días fuera de casa sin poder trabajar. Ayer me acosté a las dos de la madrugada preparándolo. Hemos comido en una hora, como los pavos, para asistir !a las tres de la tarde! A una ponencia en Managua, en la AECID. El coordinador, un cacereño que lleva media vida dando vueltas por el mundo y haciendo proyectos. La ponencia informal, como en casa, pero sin café (cosa que echo de menos y que sí hacen los nicaragüenses).

Después volvemos a casa. Esta noche toca cena española. Y debería estar en el ranchón disfrutando de los últimos minutos, pero he tenido que hacer la maleta porque mañana salimos a hacer las últimas compras y tras un largo día de pateo, fiesta y demás, partiremos de madrugada hacia San José de Costa Rica. Esto toca a su fin, parece mentira después de tanto tiempo, corto pero intenso. A veces me da la sensación de haber pasado aquí meses... pero esto ya lo contaré cuando tenga tiempo de reflexionar. Ahora si me permitís, me voy a tomar un merecido Flor de Caña.

Besos desde el otro lado del charco.

La casi “nica”.

DEDICADO A ANELÍS




16 de Marzo de 2010

El viaje toca a su fin. Después de trabajar toda la mañana, vamos a comer un arroz cantonés y ceviche. Tengo que despedirme de mi familia de estos días. La pequeña Anelís está despierta. Tras dar un “piojo” de regalo a Rosa y Dariana y una pulserita a Yamara, me lanzo directa a ver a la chiquita.

Aquellos que me conocen saben de sobra que mi instinto maternal es inexistente y que, a estas alturas de mi vida y llegando al momento en el que el arroz pasa de estar en su punto a quedarse seco, no tengo ni tiempo ni ganas de ser mamá (porque lo de no tener pareja no supone ninguna limitación).

Pero aquella niña me sacudió algo: no el instinto de ser mami, pero sí un sentimiento de ternura que no sentía desde que mi coquito vino a este mundo. Aquella niña de ojos oscuros y vivos que me miraba dedicándome una sonrisa. Aquella niña que me tiraba del pelo o agarraba mi dedo con su pequeña manita, que se llevaba los deditos a la boca a falta de chupete para dormir. Aquella niña me regaló los momentos más especiales y emotivos de mi estancia en este lado del charco. Y ha habido muchos especiales, pero ninguno cargado de tanto amor y tanta dulzura como este. Y Glenda, mi “mamá nica”, sabía por su mirada cómplice lo que estaba sintiendo en aquellos momentos.

Dedicado a Anelís.

DÍA DE TRABAJO EN EL OSTIONAL





15 de Marzo d
e 2010

A las 8:00 estamos desayunando. Hoy pruebo los “Huevos Ranchera”, que son los huevos especiales que hago yo en mi casa, mitad huevo, mitad tortilla porque no me gusta la yema si no es cuajada. Estos llevan encima un pisto de tomate, cebolla y pimiento. Todo esto acompañado de gallopinto, queso y un fresco de mango que está riquísimo.

El grupo trabaja: algunos en el centro de operaciones, otros visitando el centro de salud, la escuela,... Yo decido irme a casa, no puedo trabajar en un lugar donde todos hablan. Tengo que concentrarme. Tengo la oportunidad de hablar con mi “mamá” de aquí, Glenda, y su sobrinita de cuatro años que hoy no ha ido a la escuela porque está un poco mala de la garganta. Anelis duerme. Es un encanto de niña. Anelis es una criaturita de cuatro meses que me tiene camelada. No sé si será por el color de piel pero con Sole llora y en cuanto la cojo me dedica una sonrisa que me llega al alma. Con sus ojillos negros vivarachos y sus pequeñas manitas rozando mi cara empiezo a darle vueltas a la idea de llevármela en la maleta. Es una niña que apenas llora (sólo si la coje Sole jejeje). Y además, es la primera pequeña a la que le doy un biberón. Ya veis, tengo que venir a Nicaragua para tener mi primera experiencia de mami primeriza. Glenda se ríe cuando Anelis comienza a llorar y ve mi cara de susto. Creo que le pasa algo pero lo único que ocurre es que le he sacado su biberón de la boca. Soy demasiado inexperta en la materia.

Por la tarde tenemos una reunión con las mujeres de la cooperativa de turismo. Glenda tiene problemas porque no puede dejar a Anelis con nadie. Prometo cuidarla durante la reunión. Y tras la primera experiencia de biberón vivo mi primera experiencia de sueño. Y así, en la calle, meciendo a la pequeñina entre mis brazos se queda dormida. Mi cara no puede reflejar más emoción.

Ha sido un día intenso. Cenamos y vamos a la playa. Pero la emoción aún no ha terminado y por fin, vemos esas maravillosas tortugas que ayer se nos escaparon. En la oscuridad, con Eliet y Marvin, nos dirigimos al lugar donde ha desovado. Un señor roba sus huevos (cabrón!) y ella, dolorida tras echar afuera un montón de huevos se dirige lentamente a la playa. La seguimos, indicando con una linterna el camino hacia el agua. Y esperamos a que se vaya, al compás de las olas, adentrando mar adentro.

martes, 16 de marzo de 2010

EL OSTIONAL


14 de Marzo de 2010.

Amanece con un viento que señala frío (qué ilusa soy). He dormido de maravilla, hoy no madrugaba. Por la mañana, después de desayunar, hemos ido a dar un paseo en lancha hasta una cala preciosa. La playa es impresionante, más que la de Poneloya. El agua azul verdoso es tan transparente que casi deja ver el suelo, la arena fina, blanca. Paso todo el rato en remojo y ya es raro siendo yo, así que podéis imaginar cómo es esta playa. Tras el baño regresamos al pueblo y a comer.

La tarde la dedico un poco al relax. Como soy más de secano prefiero descansar un poco. Si pudiera dormiría hasta mañana, pero no puedo. Trabajo un poco en el informe que tengo que presentar el día 17. No tengo tiempo ni para respirar, es imposible trabajar con este estrés.

Después vuelvo donde el grupo. Tenemos cena muy pronto y una noche especial, una noche cultural. Las niñas vuelven a deleitarnos con sus bailes. Es admirable, puesto que ayer fue su primera actuación. Un señor, que se dedica a fabricar guitarras, nos canta algunos temas. Y, como mis compañeros de viaje son tan “majos”, ya han comentado que yo canto y toco. Así que llega un momento en el que el señor pregunta quién es la que canta. Estoy teniendo demasiados momentos “de vergüenza”. Pero esta vez me decido a cantar con una condición, que mi maravilloso grupo baile una jotita extremeña para dejar constancia de nuestro folclore. Bueno, eso fue un espectáculo y lo demás cuento. Cruce de piernas, todos descoordinados. Fue super divertido. Canté alguna más, pero acompañada.

La señora Olga nos contó la historia de “El Ostional”. Lleva toda su vida aquí y esto ha cambiado mucho. Nos hizo también una bebida que toman las mujeres que acaban de dar a luz: el tibio. Es una mezcla de maíz tostado y triturado con cacao, canela, aroma de clavo y otra cosa que ahora no recuerdo. Es un remedio para producir la leche materna. No me disgusta, la verdad es que tengo un problema con la comida, me gusta todo (bueno, casi todo, la crema de leche está demasiado ácida para mi y el queso un poco salado). Estoy probando muchos frescos: de melón, de tamarindo, de guayaba que me encanta,...

Acabamos en la playa, donde vamos a cenar en un bar que hay al lado. Por fin entregamos los regalos del juego del observador. Por fin me quito de encima el mío, que si me descuido caduca. Mi observado era Oliver y le hice un regalito muy personalizado, una condonera como las carteritas de cómic con un par de apaños dentro. Nunca se sabe lo que puede ocurrir ni en qué lugar. Creo que le ha gustado. Al menos es algo práctico para una noche.

Mi observador era Sergio. Creo que no lo habría acertado ni en tres meses más. ¿Recordáis? El ramillete de buganvillas con los caramelitos. Pero me queda un masajito que aprovecharé para cuando vuelva a Ticuantepe y esté completamente estresada con la presentación del proyecto, el blog, el flickrty todo lo que tengo entre manos.

Acabamos en la playa. Irvin, que es un guarda recursos y se dedica a controlar la playa para que la gente no robe los huevos de tortuga nos invitó a dar una vuelta para ver si podíamos encontrar alguna. La verdad es que no hubo suerte. Vimos el rastro de una tortuga gigante (bueno, la vio él y sus compañeros guías en la oscuridad, yo no lo habría distinguido ni a plena luz del día). También vimos el agujero donde había puesto sus huevos, pero alguien se los había llevado.

De vuelta al lugar de partida algo verde comienza a brillar en la orilla. Las luciérnagas de Juan. Es increíble. Pequeñas lucecitas, como estrellas arrastradas por las olas tierra adentro. Parpadeantes. Brillantes y fosforitas. Me pongo una en el dedo: “ET, mi casa”.

A la 1:30 de la madrugada nos vamos a casa. Estoy cansada y muerta de sueño. Mañana será otro día.



SAN JUAN DEL SUR, EL BENIDORM NICARAGÜENSE- OSTIONAL




13 de Marzo de 2010.

Mañana temprano. Salimos del centro rumbo a San Juan del Sur. Es un camino un tanto largo. Llegamos casi a las 13:00 am. Tengo hambre. San Juan me deja un tanto impresionada: es un lugar turísticamente explotado, el reflejo de lo que puede hacer la mano del hombre en un lugar costero de Nicaragua. En San Juan apenas viven nicaragüenses, la mayoría son extranjeros. Es la primera vez que veo pisos, pedazos de chalets en las zonas altas con vistas al mar, multitud de barcos cerca de la playa.

Realmente, no me gusta. Porque parece que la Nicaragua que he conocido hasta ahora ha perdido su esencia. No significa que no necesite un impulso para mejorar su desarrollo, pero esto no. La playa está sucia y el desarrollo no tiene que significar no respetar.

Comemos aquí. Me apetece un arroz a la marinera. Está rico. Mami me llama, tengo perdida la noción del tiempo. La echo de menos, echo de menos a todos. Pero ya queda poco.

Después voy a pasear con Solete por la orilla, no me apetece bañarme. Encontramos un pez globo. Es graciosísimo con sus ojos saltones y su boca como pico de gallina. Algunos ponen caras raras y de asco al vernos aparecer. Sinceramente, lo que piensen los demás es algo que a estas alturas de viaje ya no me preocupa.

Terminamos y seguimos avanzando más al sur, hasta “El Ostional”, una comunidad muy bien organizada y desarrollada que no tiene nada que envidiar a San Juan. Nos recibe Eliet, la guía comunitaria. Durante estos días vamos a convivir con familias.

Nos recibe un grupo de niñas demostrando su arte con bailes tradicionales. Mientras tanto pruebo un nuevo plato, un refrigerio que se llama “enchilada”, una especie de empanadilla rellena de pollo y verduras y un fresco con sabor a canela. Me acuerdo de casa.

Después se hace el reparto de familias. Solete y yo elegimos a Glenda, una mujer estupenda que cuida de sus hijas y de sus sobrinas, porque su hermana trabaja fuera. Su marido es buzo. Tiene tres hijos, dos de ellos más mayores estudian en la Universidad. La más pequeña es una de las niñas que nos ha recibido con un baile típico. Pero, sin duda alguna, la que más me sorprende es su sobrinita de cuatro meses, Anelis, una pequeña ranita vivaracha, con unos ojos negros increíbles que empieza a reír nada más verme. Creo que confunde el color de mi piel con el suyo jejeje. Me la llevaba en una maleta (y también a Ale, el primo de Eliet).

Nos dirigimos a su casa. Cruzamos una verja y vemos una casita de planta baja, no muy grande. Tres perros son los guardianes, menos mal que perdí la fobia el año pasado, sino muero en este viaje de un ataque de pánico. Me quedo sorprendida, pasamos la casa de Glenda y por la parte de atrás, aparece una cabaña de madera con un jardín delantero y una barandilla de madera y conchas en el suelo. Tiene cuatro habitaciones. Al entrar me dan ganas de llorar. Un ventilador y un baño en la habitación. Es impresionante. Pero esta comunidad está bien organizada y tiene diferentes cooperativas: de artesanía, de turismo comunitario, de pesca,...

Vamos a cenar a un comedor de los que forman parte de la cooperativa, cada día comemos o cenamos en uno diferente.

Mañana va a ser un día largo de trabajo, aún no sé qué voy a hacer pero necesito aprovechar el tiempo.

EL DÍA “I” DE INAUGURACIÓN

12 de Marzo de 2010.

Gente, mucha gente, españoles y nicas, diputados, viceministros, embajadores, asociaciones de mujeres, de jóvenes,... Todos. Esperando el momento. Después de seis años, se inaugura el Centro de Formación de Ticuantepe, el sueño de muchas personas que han trabajado para hacer de este momento una realidad.

Paco está como un niño chico. Como un niño con zapatitos nuevos. Su cara refleja una sonrisa de oreja a oreja que hacía días que no veía. Ha estado demasiado tiempo ocupado en que todo saliera bien. Y por lo que veo en sus ojos está satisfecho.

Antes de empezar, “la Gigantona” y el “Enano Cabezón”, danzan al son de la música. Después las palabras de rigor de estos actos, el descubrimiento de la placa de inauguración, que plasma unos versos de Miguel Hernández y la plantación de algunos árboles que crecerán con este sueño.

Comida y bailes típicos. Acabo con un grupo de compañeras metida en uno de esos vestidos de grandes volantes, bailando al son de la música. No me toques las palmas que me conozco. El momento no tiene desperdicio, creo que los nicas pueden apreciar el arte de las extremeñas jajaja. No sé si lo haremos bien o mal, lo que tengo claro es que no hace falta que nos animen mucho.

Trabajo toda la tarde, tengo que adelantar muchas cosas porque mañana salimos de nuevo cuatro días hacia “El Ostional”, al sur, en el límite con Costa Rica.



DE OMETEPE A CASA



11 de Marzo de 2010

No hay demasiado que contar. Desayuno temprano, trabajo durante la mañana. Nos vamos a llevar un par de bocadillos y fruta para comer durante el camino. Autobús y más autobús hasta llegar al ferry. Aún tenemos que esperar dos horas que aprovecharemos para comer. El viaje en barco se me hace más corto. Y en Rivas más autobús. Estoy deseando llegar a casa y dormir, dormir, dormir... Mañana es la Inauguración del Centro.

EL ASCENSO AL VOLCÁN MADERAS




10 de Marzo de 2010

He dormido bien, como siempre desde que llegué. Estoy tan reventada que es acostarme y planchar la oreja. Es inevitable. Desayunamos fuerte y nos preparan un par de sandwiches (me muero del hambre, mami estoy jalamía a todas horas!!). Vamos a hacer la ruta del Volcán Maderas, un Volcán inactivo que por lo visto merece la pena conocer.

Comenzamos la subida a buen ritmo. El guía ni suda el jodío. Yo estoy como si mehubiera echado aceite en el cuerpo, no me queda ni un solo poro libre de agua. El primer tramo es complicado, bastante empinado. El suelo lleno de raíces, se agradece porque muchas veces es el apoyo para subir. El relieve se conforma a base de escalones de tierra y raíz. No hablo. Sólo miro hacia el suelo para evitar romperme los dientes al menor despiste (me costó muchos años y mucho dinero tener la dentadura profiden que tengo jejejej). Llegamos al primer mirador: desde ahí, entre la maleza, se puede observar el Lago Cocibolca.

Esperamos al grupo y continuamos el ascenso, esta vez menos costoso. Disfruto del paisaje. De vez en cuando aprovecho un momento para sacar una foto y tener un recuerdo palpable de este sitio magnífico. Veo monos, con la cola enredada en las ramas de los árboles se esconden ante nuestras voces. Segunda parada, segundo mirador.

Queda el último tramo, tan empinado como el primero y con un aliciente extra: barro hasta los ojos. Aquí el cuidado es extremo. Un paso en falso y puedo parecer una croquetilla de chocolate, sin contar con el golpe que puedo recibir. Llegamos a la cima. Decepción. Un circulito de tierra, arbolillos alrededor y alguna que otra bandera de un conquistador de alturas. Pero no acaba la aventura. El último tramo es de bajada. Embarrado. Demasiado pedregoso.

Al final del camino, un lago rodeado de árboles. Y ese lago no puede ser otra cosa que el cráter del volcán. La imagen es impresionante. Aprovechamos para comer y descansar un poco antes de volver a descender. Me encanta. Necesitaba estirar las piernas y todos los músculos del cuerpo. Me siento encogida después de tantos días de autobús y de ponencias. Tengo los huesos como una abuelina.

Nada más llegar me pido un plato especial y un litro de Toña. Estoy muerta de hambre. Hago unos estiramientos para evitar las temidas agujetas de mañana y después vuelvo a cenar. La noche promete ser tranquila. De repente, acordes de guitarra. El grupo de hippies se ha puesto en acción. Acabamos todos juntos (con los de la tele también, que son unos personajillos). Si pudiera paralizaría el momento. Congelaría esa imagen, esa voz de la chica del violín que cantaba bossanova. Si pudiera no volvería...

viernes, 12 de marzo de 2010

“LA MAGDALENA”. BALGÜE.



9 de Marzo de 2010

Despertamos en Balgüe. Ayer no tuve tiempo de ver el entorno, era de noche cuando llegamos. Aprovecho la mañana para conocer el pueblo, la escuela, el centro de salud y sus gentes. La verdad es que, en cuanto a recursos están bastante mejor que otras zonas que hemos visitado. Es una buena experiencia para recoger información para mis cuentos. Por la tarde trabajo. Trabajo. Trabajo. Tengo demasiadas cosas que poner en orden y el tiempo se acaba.

DE GRANADA A LA ISLA DE OMETEPE



8 de Marzo de 2010

Lunes. Hoy es otro día de esos que no puedes olvidar: el cumple de mi Vero, mi querida compañera de curro a la que tengo abandonada desde hace tres semanas. Sé que está encantada con esta aventura mía, pero también sé que me extraña, que necesita a su sicóloca particular para que la arrope. Niña, ya mismo estoy de vuelta. Hoy es su cumpleaños así que no encuentro mejor regalo que hablar con ella.

Lunes. De nuevo semana de ponencias. Las de hoy son interesantes: mujeres. Visitamos el “Movimiento de Mujeres Nicaragüenses Luisa Amanda Espinoza” y la Casa de la Mujer “Claudia Chamorro”.

Tenía muchas ganas de conocer Granada, una ciudad colonial de las primeras fundadas en Nicaragua. Pero, llegado el momento, mi tour no tiene lugar por el centro ni por las calles más conocidas por los turistas. Mi tour tiene lugar por otras calles de las que nadie habla y cuando lo hace es por su situación de pobreza. Mi tour me lleva al corazón de Granada, al calor de los más humildes, a los brazos abiertos de quienes no tienen nada y te ofrecen la mejor de sus sonrisas cuando hablan de futuro, de lucha, de una forma de vida basada en la ayuda mutua. Hablo de “Villa Solidaridad”.

No hace falta decir en qué consiste porque su nombre lo dice todo. Familias enteras que temieron perder sus casas porque el lugar donde viven fue declarado no apto para ello. El pantano estaba demasiado cerca y el suelo se hundía, las condiciones de humedad eran causa de enfermedades. Sus casas, como pequeñas cajitas de cerillas construidas con maderos y forradas de plásticos negros, no eran el lugar más adecuado para vivir. Y dentro de esta vorágine aparece alguien (María Lidia), una mujer que quiere luchar para que ese lugar fuera un hogar. Y, poco a poco, con ayuda de manos solidarias y el apoyo de otras mujeres que quisieron unirse a la causa fueron levantando su nuevo hogar, piedra a piedra, palmo a palmo. Pero aquí no acaba el viaje y me adentro junto con Irene en el barrio El Pantanal, un barrio chabolista como lo era antes “Villa Solidaridad”. Un barrio que, con un poquito de tiempo y la ayuda de muchas manos amigas, será en un futuro un lugar mejor para vivir.

Cada día me llevo una nueva lección de vida, una nueva experiencia, un nuevo motivo para sentir más rabia hacia el mundo en el que vivo, porque teniéndolo todo nos ha hecho perder la esencia de la vida.

Después de esta maravillosa mañana, de compartir experiencias con mujeres valientes y entrañables ponemos rumbo a Rivas, donde tomamos un ferry para dirigirnos a la isla de Ometepe. Llegamos al Puerto de San Jorge. Mi primera experiencia en barco (qué mareo por favor). Ometepe tiene un par de volcanes: el Concepción (aún activo) y el Maderas (inactivo). A medida que nos acercamos, el primero empieza a escupir humo negro de sus entrañas. No es por nada, pero no me huele nada bien. ¿Por qué tiene que pasar esto hoy?

Llegamos a Ometepe. Aún nos queda un viaje largo en autobús hasta la Finca “La Magdalena”. Un camino de tierra y baches, totalmente a oscuras (salvo por los albergues para los turistas), llegamos a nuestro destino. No puedo dar crédito a lo que veo: esto es una COMUNA HIPPIE!!! Creo que he encontrado un posible lugar donde vivir. Entre los guiris y los nicas que regentan esta cooperativa agropecuaria (que pertenece a 24 familias), se mezclan almas libres que tienen en el suelo sus creaciones artesanales.

Nos dirigimos a nuestro dormitorio: esta vez dormimos todos juntos (los niños con las niñas). Me da que va a ser un poco caótico (pero estoy confundida). Esta noche cenamos espaguettis. Joder, es un placer, aunque sea acompañados de verdura y algún que otro trocito pequeño de carne. Tenemos que recuperar fuerzas porque mañana será un día duro.

LOS MANGLARES DE LA ISLA DEL VENADO


7 de Marzo de 2010

Hoy no trabajamos demasiado. Madrugamos, como siempre, y antes de ir a desayunar dejamos el bus preparado con todo el equipaje. Tenemos una visita pendiente a la Reserva Natural Isla del Venado. Es impresionante. Descubro algo nuevo que no conocía anteriormente: los manglares. Montados en una lanchita a motor recorremos una zona pantanosa rodeada de árboles cuyas raíces se aferran al agua, manteniendo una lucha constante con el suelo y el cielo. En sus ramas y orillas se cobijan diferentes especies de pájaros (Rafita te encantaría), en el agua, allí donde la mirada no alcanza a ver, al menos los ojos menos preparados (como los míos), otra mirada emerge sutilmente a la superficie: el “cocolidro”. Impresionante. En silencio fija sus ojos en objeto que altera su calma. Esperamos un breve espacio de tiempo. Ante el mínimo ruido vuelve a desaparecer.

Llegamos a nuestro destino: el mar. Una playa preciosa que me regala multitud de conchas y piedras de tonalidades atigradas. Tras un breve descanso regresamos a la lancha. Continuamos nuestro recorrido en un vaivén de izquierda a derecha, la lancha toma fuerza, el viento se agradece (hace un calor de muerte), pero no me gustan los riesgos y mucho menos pensar que si la lancha vuelca hay unos colmillos hambrientos esperando a su presa... Terminamos nuestro viajecito en un pueblo costero. Y tras la comida ponemos rumbo de nuevo a casa.

DÍA DE PLAYA EN PONELOYA



6 de Marzo de 2010

Sinceramente, hoy no me apetece hacer nada. Nos han dado vía libre y me he tomado esa libertad para disfrutar del ansiado descanso que necesito. Ayer fue un día demasiado largo. He trabajado durante toda la mañana organizando mis fotos, al menos intentando organizarlas puesto que me debió mirar un tuerto antes de venir y mi portátil no reconoce mi cámara. Después de varios intentos recorriendo los ordenadores de la gente consigo descargar las fotos de tres días, tenía la memoria petada. Vamos a comer a un chiringuito al lado de la playa y me paso la tarde tumbada al sol, disfrutando del silencio y de ese atardecer que ayer no pude ver. Por la noche una fiestecilla reagge en la playa bajo un manto de estrellas que no deja hueco para ninguna más. Esta noche me olvido de todo y disfruto como hacía tiempo. Bailo junto a una hoguera, bebo mi Flor de Caña, mi compañera de viaje, mi amiga Nica, mi dulce sueño. Y pienso en el otro lado del charco, en todo lo que me espera a la vuelta, en mi gente, en mi familia, en mi vida cuando regrese...

LEÓN






5 de Marzo de 2010

Por la mañana temprano ponemos rumbo a León, una de las ciudades más antiguas de Nicaragua junto con Granada. De camino, una llamada de obligado cumplimiento. Marco el número y al otro lado una vocecilla chillona de una rubita preciosa me dice: ¿quién es? Es mi cokito, mi pequeña diablina que hoy cumple seis añitos. La echo de menos y necesito con todas mis fuerzas que me de un abrazo de esos que me ahogan, un beso de los que me dejan sorda y esa sonrisa que es la razón para seguir adelante en los momentos duros. Tengo que comprarle un regalito especial que aún no he encontrado... Pero lo encontraré seguro.

Continúo con León. Visitamos la Catedral y recorremos su cúpula. Vamos también al mercado. Esto es una locura. Olvidé decir que hoy me tocó de nuevo ser jefa de día. Esperaba que esta segunda experiencia fuera mejor que la primera pero parece que las cosas van de mal a peor. Yo de jefa de día con 14 personas desperdigadas en medio de un mercado. Casi me vuelvo loca, porque por mucho que la gente diga que no son niños y que no se van a perder, nadie estaba pendiente de dónde estaba el grupo. Cada uno iba por su lado y yo, como una gallina detrás de sus pollitos estaba llegando a un límite de estrés que no me gustaba un pelo. Es lo que tiene ser responsable, aunque para algunas personas ser jefe de día no suponga nada. Cada uno interpreta la responsabilidad a su manera. Realmente este viaje me está enseñando mucho, no sólo de Nicaragua, sino de la gente. No había vuelto a tener una experiencia de este tipo desde mi época de internado y realmente estoy deseando volver a casa y seguir con mi vida normal, sin tener que ser responsable de nada ni de nadie. Es difícil cuando los demás no ponen de su parte.

Después hacemos un recorrido rapidito por la Facultad de Medicina y nos vamos a comer.

Tras llenar la panza visitamos la Cárcel 21, que tuvo la misma función que la de Coyotepe. Esta se utiliza actualmente como museo, el “Museo de Leyendas y Tradiciones”. Diferentes mosaicos visten sus paredes. Es un museo para rescatar la identidad del pueblo y su temática es la conquista. Es el único museo cuyas esculturas están realizadas en papel maché. En ella se muestran los personajes de las leyendas de Nicaragua. Me llama la atención la visión irónica y burlona que tienen de los colonos españoles.

Para terminar este día cultural nos acercamos a la Casa Museo de Rubén Darío. Seré una inculta pero no tenía ni idea de que este escritor era nicaragüense.

Montamos de nuevo en el bus y nos dirigimos a Poneloya. Llegamos a una casa, no veía la playa por ningún lado pero tras atravesar un patio y un jardincito, allí en primera línea, el Pacífico hacía su recibimiento. Pero Mari Jose se hizo daño en una rodilla. Hay que tener cuidado con este mar, que sólo tiene la paz en su nombre porque es agresivo y violento. Da miedo. Y como era responsable de día tuve que ir con Juan a buscar unas vendas para su rodilla. Así que mientras todos disfrutaban de un bañito, de las playas y de un atardecer irrepetible, yo estaba sentada en un coche agarrándome los huevos y buscando un cinturón de seguridad que no encontré.

Así que a última hora de la tarde, después de cenar y anhelando ya el final de este horrible día, me fui a la playa con el grupo a tomar un Flor de Caña, con mi saco y mi esterilla. Mi primer baño nocturno en una playa, mi primer contacto con la bestia que emergía de las profundidades del no tan Pacífico, el cielo con más estrellas que he visto en toda mi vida. Y después del baño y embriaga por el sabor dulzón de la caña, me dejé llevar por el sonido del mar y la brisa que apenas sí acariciaba la punta de mi nariz.

DESDE LAS ENTRAÑAS DEL MASAYA








4 de Marzo de 2010

Queridos amigos, no sabéis lo mucho que os hecho de menos, sobretodo en determinados momentos: cuando me doy cuenta de la belleza que me rodea, de lo ciego que puede estar el ser humano cuando no conoce, cuando soy consciente de lo pequeñísima que soy en este mundo inmenso. Me encantaría prestaros mis ojos para que pudierais ser capaces de ver lo que yo veo.

Hoy es viernes. Con la mochila preparada para pasar tres días fuera de casa ponemos rumbo a Poneloya. En este lugar hay un volcán activo, uno de los tres que aún siguen escupiendo lava de sus entrañas. Nicaragua es el país de los volcanes. Siete. Nada menos que siete.

Tras visitar el Centro de Interpretación de este Área Protegida (por cierto, recomendable a todo aquel que se deje caer por aquí), ascendemos al cráter del volcán. A ambos lados del camino abundan las piedras: negras, frías, solitarias, sembrando un entorno casi sin vida.

El cráter, el abismo. En un primer momento, la vista no alcanza a ver nada más que humo. Humo que emerge con un olor intenso a azufre. El calor insoportable, no sé bien si por la temperatura en sí de este país o por el hervidero que se oculta bajo nuestros pies. Poco a poco el humo se esfuma y deja ver la enorme boca del Masaya (por cierto, este volcán tiene tres cráteres, así que imaginad lo bestial que es). Es imposible alcanzar con la vista la profundidad de este agujero. Pero da miedo. Un agujero negro de dimensiones exageradas que no deja de rugir, que respira lento y constante a unos cuantos de kilómetros bajo el suelo que ahora piso. Es impresionante. Pero da miedo.

Dejamos el volcán y nos dirigimos a la Fortaleza de Coyotepe, un lugar horrible, antigua cárcel que fue utilizada como centro de tortura durante la dictadura de Somoza. No os hacéis una idea de lo cruel e inhumano que puede llegar a ser el “ser humano”. ¿A cuánta gente mataron aquí? ¿Cuántos se volvieron locos después de vivir de forma indefinida en una celda completamente a oscuras compartiendo un pequeño rincón con veinte presos más? ¿Puede ser tan malvado el ser humano para merecer un trato tan salvaje? No quiero recordar esta visita, pero las manchas de sangre que aún se mantienen en sus paredes son una fotografía constante en mi mente.

Después de este achuchón al corazón, vamos a un pueblo precioso “Catarina”. Con su mercadillo de artesanías, su lago y sus músicos tocando la marimba, me ofrecen el momento de relax que necesito.

El resto de la tarde la pasamos en un barrio de Masaya, el barrio de los Artesanos. Y lo primero que hago es comprarme una hamaquita para cuando vuelva a España. Seguro que en las tardes de verano, en el momento de la siesta, el vaivén lento y equilibrado de la misma me devuelva al recuerdo de estos días. Y continúo con mis artesanos que me lío. Bueno, después de las hamacas estuvimos en un taller de cuero y en otro de palma.

Después de toda la tarde dedicada a la artesanía nos dirigimos al antiguo mercado de Masaya. Imaginad un zoco tunecino. Esto es similar: una muralla que acoge en su interior un micropueblo con multitud de puestecillos. Pasos que se mueven agitados, a ratos lentos. Miradas a un lado: muñecas de tela, óleos que reflejan paisajes nicaragüenses cargados de color y de vida, llaveros con miniaturas de cuero, pañuelos y bolsos, complementos de madera,...

Cenamos dentro de este mercadillo, acompañados de música y bailes tradicionales, de un desfile de moda para saludar al verano y de trajes de fantasía. Tras este largo día volvemos al bus y nos dirigimos a casa. Mañana será otro día: visitaremos León y pasaremos el fin de semana en Poneloya.

OTRA SEMANA DE DURO TRABAJO



Como cada semana, el espacio de lunes a viernes se reparte sin descanso en ponencias de diferentes temáticas para conocer un poco más de la realidad de este país.

El lunes estuvimos en la UNAN (Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua). Gustavo Siles, el vicerrector nos habló del funcionamiento de la Universidad y el estado general de la educación. Realmente estos chicos lo tienen difícil, bastante más difícil que nosotros. Sin embargo, para ellos es primordial y básico la alfabetización y luchan con implicación para conseguir este derecho.

Por la tarde, visitamos el Instituto de la Juventud Nicaragüense, donde nos explicaron su Programa de Jóvenes Comunicadores, una Red dedicada a dar a conocer a la población la realidad que no aparece en los medios de comunicación predominantes, la verdadera realidad que les rodea.

El martes, cumple de Ramón rastas. Visitamos la Asamblea Nacional. Allí tenemos un encuentro con los diputados que nos explican el modelo político que funciona en Nicaragua. Aprovechamos para preguntar ciertos aspectos que hemos estado conociendo a través de nuestros ruteos de fin de semana. Con una postura un tanto crítica, quisimos conocer qué se estaba haciendo por la población y por qué ciertos programas no llegaban a zonas en situaciones de riesgo.

Por la tarde visita al Instituto de Cultura y entrevista con Edén Pastora, un antiguo guerrillero, líder de la guerrilla del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) y organizador de la toma del Palacio Nacional de Managua en 1978. Pero, la verdad, no pude atender demasiado a su historia: mi tos me impedía respirar en ciertos momentos. Sigo bastante pachucha, como esto dure mucho tendré que comprar algún medicamento.

El miércoles, reunión en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), con el embajador Díaz Lacayo. Nos presenta la realidad que no queremos ver, la diferencia entre cooperación bilaterial y multilateral, la constante intención de los países cooperantes de cambiar la realidad del pueblo al que ayudan, en lugar de aceptar su propia realidad. La falta de respeto a las diferencias, que es en última instancia, lo que caracteriza a los pueblos.

Después visitamos a la Asociación de Promotores de la Cultura, una asociación que lleva años trabajando para ofrecer una capacitación técnica (mediante centros de capacitación) y cultural a jóvenes procedentes de familias con escasos recursos.

Y, para terminar nuestra larga jornada, después de un café increíble con caramelo y nata, nuestro último compromiso: FEMUPROCAN (Federación Agropecuaria de Cooperativas de Mujeres Productoras del Campo de Nicaragua, R.L.). Esta es una asociación que, durante 13 años, ha llevado a cabo un largo trabajo de capacitación de las mujeres de zonas rurales con el fin de proporcionarles los recursos técnicos y formativos para conseguir, de sus campos pobres, una producción que les permita la subsistencia y la autonomía.

Ha sido un día largo, más que nada porque hemos estado toda la tarde trabajando en el ranchón, actualizando el blog (por eso le he dado este golpe, que os voy a saturar de tanto leer), colgando fotitos (por cierto he tenido un pequeño problema con flicker que espero me solucionen mañana).

Y nada más que contar por el momento. Mañana !No MADRUGAMOS!! Es el primer día, desde que llegamos, que nos levantamos a las 8:00. No sabéis la ilusión que me hace esto jejeje. Y pasaremos el día entero por Masaya. Ya os contaré qué haremos porque aún no lo sé.

Besitos, seguidores, desde el otro lado del charco.

EL CAÑÓN DE SOMOTO

28 de Febrero de 2010

Despierto limpia, pero limpia de emociones negativas. La terapia de guitarra de ayer por la noche me ha ayudado a vaciar el alma. No había sido consciente de lo mucho que lo necesitaba hasta ese momento.

El desayuno se agradece: tortillas con queso, huevo cocido (de las gallinas de Doña Corina), café delicioso y aguacate de verdad (no el que comemos al otro lado). Por fin algo diferente a gallopinto. Reflexiono sobre lo mucho que puedo quejarme por desayunar, comer y cenar gallopinto a diario cuando esta gente, sobretodo los más pobres, no tienen otra cosa que llevarse a la boca. Y me siento culpable en cierto modo de que esta situación sea así.

Ponemos dirección al sur, de vuelta a casa. Pero aún nos queda una sorpresa más. Nos dirigimos al Cañón de Somoto, un lugar mágico perteneciente al Departamento de Madriz (que no Madrid). Preparados con el traje de baño hacemos una pequeña ruta a pie hasta llegar a un lugar donde sólo podemos ir nadando o en barca. Evidentemente, mi opción es la más cómoda. Como la mayoría sabéis soy alérgica a los ríos y en verano me baño en la bañera y con el agua templada tirando a caliente, pero tengo que vivir esta experiencia. Avanzamos unos metros en la barca hasta un lugar donde tenemos que continuar a nado (menos mal que llevamos flotadores gigantes).

No tengo palabras para describir esta experiencia. Por mucho que contara e intentara dar una explicación sería imposible. Además, apenas teníamos baterías en las cámaras (después de cuatro días fuera de casa), por lo que no existen imágenes para enseñaros dónde estuve. Lo único que puedo decir es que el Cañón de Somoto es el ejemplo más claro y potente del poder erosivo del agua. Paredes escarpadas, casi lisas del tacto abrasivo y continuado de las lluvias, piedras con aspecto de esponja por la cantidad de infiltraciones que presenta y, en lo más profundo, el río serpenteante que muestra orgulloso su gran obra. Pero todo lo bueno se acaba, así que regresamos al lugar donde cogimos (perdón, “tomamos”, que aquí coger es realizar el acto sexual jajaja), las barcas y comimos.

Comida casi típica española: una especie de tortilla de patata, queso de “La Garnacha” y frutita. Y así de bien comidos, a las 3:00 de la tarde subimos la empinada cuesta que lleva a la entrada de este espacio natural. Tras reponer fuerzas nos dirigimos a casa, aún quedan tres horas.

Hacemos una segunda parada en el camino, para conocer uno de los árboles más antiguos de Nicaragua: un ceiba cuyo tronco abarcamos entre nueve Gansinos.

Ahora ya sí, continuamos hacia Ticuantepe y paramos a cenar donde las pizzas gigantes. Del fin de semana, aparte de todo lo bonito que he contado hasta ahora, me llevo bastante cansancio acumulado, una necesidad de horas de sueño y un catarro que amenaza con desafinar mis cuerdas vocales. De ahora en adelante tendré que plantearme el tema de la ducha diaria con agua fría y barajar alternativas de higiene (porque esto es importante, pero mi salud lo es más).

miércoles, 3 de marzo de 2010

RESERVA NATURAL MIRAFLOR: “LA SOÑADA”



27 de Febrero de 2010

Madrugón como nunca: 5:30 am de la mañana. Parece mentira, pero este ritmo frenético de vida, al otro lado del charco me habría superado el primer día. Este viaje es el más especial y emotivo hasta el momento. Salimos de Venecia dirección a Miraflor (otra reserva de tantas que existen en Nicaragua).

El paisaje va cambiando como una sucesión de fotografías. Dejamos atrás campos de cultivo tostados por la sequía y nos adentramos en un ambiente selvático de árboles frondosos, cafetales y espesa maleza. Hacemos una parada para realizar una ruta por el orquidiario. Es increíble, lleno de orquídeas pero sin flor. Pero encontramos algo igualmente sorprendente: un árbol enorme con el tronco completamente vacío, el Matapalo. Es como adentrarse en sus entrañas, comidas, vacías, muertas,...

Nuestro destino es un albergue ecológico con cabañas de madera en mitad de la selva. Nos encontramos en una zona de alta montaña, perdidos en mitad de la nada, rodeados de caballos, patos, colibrís, ranas cuyo sonido se confunde con el trino de algún pájaro desconocido para nosotros: “La Soñada”. Este lugar y sus tierras pertenecen a una mujer llamada Corina Picado, importante durante la revolución, una mujer que no llegamos a conocer.

Hacemos una ruta que comienza con una clase gráfica de elaboración de café (olvidé decir que todo aquí es ecológico y, el café, una delicia). Dejamos atrás el cafetal para adentrarnos en la selva. Por un breve momento, me siento como una protagonista de “Lost”. Maleza y más maleza. Sonidos extraños de animales que permanecen al acecho, acercándose por la espalda.

Las primeras gotas de lluvia indican que se avecina una tormenta tropical. Se siente la magia, los duendes y elfos que habitan en el corazón de este lugar se esconden con sonrisa burlona en el hueco vacío de árboles gigantescos. La lluvia comienza a coger fuerza cuando llegamos a la cabaña del árbol, un lugar idílico reservado para “nuestro Comandante: Paco”.

Nos espera la noche más emotiva que he vivido hasta ahora: una cena a la luz de unas velas (no por decoración, sino por ausencia de luz eléctrica); una sopa de gallina que se agradece dado el frío que hace fuera y un grupo que ameniza el ambiente con canciones y bailes tradicionales. Acabamos cantando con ellos.

Pero llega el momento de quedarnos solos y hacemos de la cabaña que sirve de comedor nuestro rincón. Allí sentados en círculo, a la luz de las velas y con el trago de “Flor de Caña” embriagando nuestros sentidos, lanzo al aire los primeros acordes de guitarra. Por segundos, el recuerdo de mi época de conciertos se vuelve presente y, sin pensarlo, regalo un acústico a mis compañeros de viaje. Acordes lentos, silencio en el aire, miradas perdidas quizá recordando momentos vividos, lágrimas que intentan escaparse, mi voz quebrada (por el frío y el recuerdo de tiempos guardados bajo llave en el baúl de mi mente) y fuera, la lluvia intermitente que golpea con toda su fuerza el tejado de madera.

Y lloro, sin poder evitarlo. Es la primera vez que lo hago desde que vine. Demasiadas emociones contenidas, demasiada rabia por las injusticias de este mundo que cada vez me gusta menos y la voz de Silvio Rodríguez que me sacude el alma y me devuelve de nuevo a la realidad en la que vivo.

VENECIA: LA COOPERATIVA


26 de Febrero de 2010.

Venecia pertenece al departamento de Estelí, en la región de Las Segovias. Es una comunidad de unos 600 habitantes, 200 de ellos son niños. Es un lugar muy pobre, extremadamente pobre. Me sorprendo cuando, días después, nos dicen que no es de las zonas más desfavorecidas. ¿Hasta dónde puede llegar la necesidad del ser humano? ¿Hasta qué punto “nuestro mundo desarrollado” no se da cuenta del papel que juega en la pobreza de esta gente?

Venecia ha sido la experiencia vital más dura que he tenido hasta ahora en Nicaragua. Dedicamos un día entero a compartir experiencias con sus gentes. Es increíble la hospitalidad, la generosidad y la humildad con la que viven. Te abren las puertas de su casa y te muestran su vida, con palabras tímidas, pero con el orgullo de luchar por sus derechos y por lo que realmente les pertenece.

Asombra ver sus casas: una estancia aislada, que hace sus veces de cocina, con un horno de piedra y unos baldes para fregar los platos. En una estancia cercana, un pequeño hall, la mayoría con unas cuantas sillas y un par de habitaciones donde comparte colchón toda la familia. La mayoría de ellas están formadas por unos seis miembros. ¿Y nosotros nos quejamos de compartir habitación con nuestro hermano?

Le pregunto a una mujer cuánto dinero puede tener para gastar un nicaragüense al día. ¿Sabéis lo que contesta? Que no tienen un salario fijo y que se conforman con tener un puñado de frijoles para comer.

Pero, esta situación de pobreza y desesperación (percibida por mí evidentemente), me muestra otra cara de la realidad. Una cara que está cargada de valores, que nosotros, los países desarrollados hemos olvidado por completo. Esta comunidad se conformó como cooperativa en 1998. El fin de esta cooperativa no es únicamente productiva, puesto que se dedican generalmente a la producción de café, sino que tiene un objetivo integral. Es decir, la cooperativa aquí representa a un conjunto de personas organizadas para buscar una solución a sus problemas dentro de la comunidad como fuera de ella. Buscan proyectos para favorecer el desarrollo de sus habitantes.

Esto me enseña una cosa, que he podido observar en el resto de zonas que hemos visitado. Existe en Nicaragua una cultura importante de participación, colaboración y unión del pueblo para luchar por sus derechos. Es increíble y admirable.

Sigo entablando conversación con sus habitantes y me sorprende, en el ámbito de la educación, las dificultades que tienen los niños. Muchos de ellos no van a la escuela porque les supone andar varios kilómetros. Además, muchos padres no tienen conciencia de la necesidad de la educación, puesto que ven a los niños como mano de obra. Sin embargo, uno de los objetivos básicos del Gobierno Sandinista es garantizar la alfabetización de toda la población y esto se realiza en muchos casos de forma voluntaria por jóvenes de la comunidad.

Me intereso por los juegos de la infancia. Realmente me cuesta imaginar que estos niños tengan una infancia parecida a la nuestra. Pero me equivoco. Hablando con un grupo de jóvenes, me muestran que los mismos juegos que tenemos al otro lado del charco son los que tienen aquí, con distintos nombres, con algunas variaciones, aunque su juego favorito es el beisball (se siente la influencia de su país vecino del norte).

En un momento de soledad e interiorización medito sobre esta vida. Y me dio cuenta de que la vida es el espacio que transcurre desde el inicio hasta el final de la luz. La vida es bella, pero a veces es tan dura que duele: “la vida como un puñal hay veces que duele”. Porque no es sólo el atardecer en el lugar más emblemático del mundo, ni la belleza de la más inmensa obra. La vida es también la lucha por la supervivencia, el calor del que lo da todo aún no teniendo nada, la mirada que sin palabras muestra lo más profundo del alma, la humildad, la sencillez del pobre en dinero pero rico en solidaridad, el que comparte su plato diario y lo ofrece como su mejor manjar, el compromiso por construir un mundo mejor. Porque nosotros, que nos sentimos orgullosos de tenerlo todo, en el fondo no tenemos nada...

lunes, 1 de marzo de 2010

ESTELÍ: LA COMARCA TRES VECES HEROICA



24 de Febrero de 2010

Este fin de semana necesitamos un merecido descanso. A las 5:30 am despierto con un tema de Macaco. A pesar del madrugón me levanto feliz. Voy a desayunar y encuentro en un plato mi nombre y el objetivo que esperaba conseguir con este viaje “aprender de la experiencia del grupo” y un ramillete de buganvillas y caramelos. Es el regalo de mi observador, ¿recordáis?. Era la dinámica del principio de la formación en la que debíamos observar a alguien. Sin decir quién era debíamos regalar algo con un precio inferior a un dólar (lo que la mayoría de nicaragüenses tienen para gastar en un día, algo menos de un euro). Es un regalo precioso pero, puestos a pedir: ¿no me podías haber puesto el desayuno en el plato, güevón?

6:30 am. Salimos hacia Estelí, una región al norte de Nicaragua. El viaje dura unas tres horas pero antes de llegar, sobre las 9:00 am paramos en un lugar idílico “La Casita”, regentado por un alemán que hace piezas de artesanía, puzzles de madera. Es un lugar increíble, un rincón lleno de vegetación con un vivero. Aprovecho para hacer un reportaje para mami que hoy es su cumple.

Media hora después llegamos a Estelí, la ciudad más importante después de Managua y allí visitamos IBERTOTEC, un centro de información y asesoramiento sobre tecnología y redes sociales. David nos enseña el método para crear “micropíldoras”, un proyecto ideado por el Diablo que consiste en dar una información con música y vídeo en un minuto. Transmitir información en un minuto con imágenes que se suceden y mensajes explícitos. Después tenemos una ponencia sobre Estelí y nos vamos a comer.

Nos dirigimos al Parque de las Ciencias, el primero de Nicaragua. Acoge a unas 20000 visitas de niños al año. Su objetivo es fortalecer la educación pública, impartiendo contenidos educativos a escuelas sin recursos. Es un parque que se centra en lo que ellos tienen, no en inventos que los niños nunca van a llegar a conocer o a tener. Así, podemos encontrar diferentes temáticas que utilizan una metodología muy didáctica y participativa con herramientas de trabajo, mosaicos, rutas temáticas que enseñan contenidos de historia (colonización, el ciclo del agua, la formación del suelo, sistemas de riego, lombricultura, cría de animales, mecánica del automóvil,...). Se ofrece una educación no formal a niños con escasos recursos económicos. En el área de talleres se realizan experimentos relacionados con todas las técnicas (lengua, literatura,...).

En este parque tenemos la oportunidad de pasar un rato con los niños. Me llega una pequeñaja de cinco añitos que, nada más verme, vino directa hacia mí, pero no debí convencerle mucho porque al poco tiempo me preguntó: ¿queda mucho para que te vayas? Jajaja. No me hizo ni pizca de gracia la verdad.

La tarde fue increíble: reunión con las Juventudes Sandinistas, con sus líderes. Es increíble escuchar a estos chicos de corta edad (puesto que para ellos una persona de 30 años ya no es joven... jodida la parte que me toca). Es admirable su seriedad, su conciencia sobre los problemas sociales, su buen hacer y solidaridad por el beneficio de la comunidad, su implicación y su espíritu de lucha para conseguir el cumplimiento de sus derechos. Al escucharles me sentí vacía e incluso pasiva: ¿cuándo he sido capaz de reflexionar de forma tan intensa sobre los problemas de mi mundo? ¿cuándo me he movido para conseguir lo que se supone que es justo?

El día terminó genial, cenamos con los chic@s y después tuvimos fiesta, una actuación con bailes tradicionales. Sin embargo, al irme a dormir, una noticia me quita el sueño: ha habido un terremoto en el Pacífico. Las noticias pueden llegar a España.

PROCURADURÍA PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS HUMANOS



23 de Febrero de 2010

23-F. Hoy es un día importante: Yoyi va a dar el último o casi último pasito de su largo proceso.

Hoy visitamos la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos en Managua y hablamos del Derecho a la Diversidad Sexual y los derechos de la Mujer. El tema muy interesante la verdad.

A la hora de comer una buena noticia: el tema de Yoyi ha ido bien. Es el mejor regalo que pueden hacerme después de tanto tiempo de espera. Me hubiera gustado estar con ella para darle un achuchón pero ella sabe que, aunque a 12000 kilómetros de distancia, estoy a su lado.

Por la tarde continuamos con nuestras ponencias, esta vez en el Centro de Investigación de Recursos Hídricos de Nicaragua. La contaminación del agua es uno de los principales problemas que padece el país. Con esta ponencia ponemos fin al día de trabajo. Al fin un rato de paz, al fin volvemos a casa, a nuestro “ranchón” a descansar, ya que hemos tenido problemillas con el internet. De camino hacemos las compras de rigor, mañana pondremos rumbo a Estelí (al norte del país) y pasaremos cuatro días por allí en plan mochileros.


Noche estresante: hacer la mochila, ducharme y dejarlo todo preparado porque mañana a las 5:30 am toque de campana.

PRIMER DÍA DE TRABAJO: AÚN NOS QUEDA UNA SEMANA


22 de Febrero de 2010

La mañana empieza bien. A las 6:50 am despierto con musiquita de fondo (idea del jefe de día). Hoy me levanto con otra cara, hasta que me meto en la ducha. El agua fría me va a matar y no es plan de estar un mes sin ducharme... El desayuno genial, como siempre. Voy a empezar a acostumbrarme a comer fruta.

Después comenzamos a trabajar. "El diablo" empieza a hacer de las suyas, dinámicas de grupo de esas que me gustan tanto y que empezaba a echar de menos. Pensamos en la fotografía del día de ayer. Muchos coinciden en el lago, las isletas, el Mombacho,...

Juan comienza a leer las primeras letras de una carta de amor que dejamos escrita en Jerte. Me acuerdo de Yoyi, ya que no tengo amor, decidí escribirla para ella, porque en poco tiempo tendrá que enfrentarse a un reto importante y no voy a poder estar a su lado.

Hoy tendremos ponencias, muchas ponencias, sobre Geografía, Historia y Medios de comunicación en Nicaragua.

Comemos en Ticuantepe. Pruebo algo nuevo: jalapeños, carne de res y jocotes (que es una especie de manzana ácida). Tras una comida muy rápida volvemos al Centro, donde nos espera una conferencia sobre prensa y medios de comunicación en Nicaragua. Sólo se cumple el título porque el ponente nos hace un análisis socioeconómico que no tiene desperdicio.

Y, para terminar con el día de trabajo, una ponencia sobre geografía. La geografía desigual de Nicaragua ha sido una fuente de grandes desigualdades entre la costa Atlántica y la Pacífica.

Después de esta intensa tarde de conferencias nos vamos a cenar a Managua, a la Casa Hayder y pruebo un plato nuevo "Indio Viejo", un plato a base de maíz con carne, arroz y ensalada. Sencillamente me encanta.

Por hoy no tengo más aventuras que contar. No ha sido un día demasiado divertido pero prometo sorprender en los siguientes posts. Hasta mañana!!!

DE RUTA POR EL MOMBACHO


21 de Febrero de 2010

Esta mañana ha sido dura: a las 6:30 am los más madrugadores daban voces en el baño. Me desperté de mala leche, hasta las 8:00 am no desayunábamos. Como siempre, impresionante. Hoy será un día especial: vamos a visitar la Reserva Natural del Volcán Mombacho. El autobús con la banderilla nica y con Rigo al volante sale del Centro. El bus será nuestro "espacio" durante este mes. Hoy es también un día importante para los sandinistas, hace 76 años del asesinato de Sandino, reconocido en la Constitución como Héroe Nacional. Para aquellos que no sepan de quién hablo, Sandino fue un revolucionario que luchó por la independencia de Nicaragua y el poder del pueblo.

La Reserva del Volcán Mombacho es una de las más de 70 reservas que existen en toda Nicaragua. Está situada a 1150 mts sobre el nivel del mar. Muchas de las tierras pertenecen a manos privadas, en algunas zonas viven indígenas. Son reservas que se utilizan para el aprovechamiento maderero, de café cítricos. Está gestionada y financiada por diferentes organismos públicos y privados, fundaciones,... Es una Cooperativa de Ecoturismo. A la entrada de la reserva espera una camioneta con los asientos en el techo que nos lleva hasta una estación meteorológica y al Centro de Interpretación. El baño resulta curioso: un agujero que lleva al vacío y que hay que limpiar con serrín.

La ruta del Mombacho está repleta de vegetación: orquídeas, buganvillas, ibiscus (también conocida como Flor del Pacífico),... Se me hace bastante corta, un kilómetro y medio siguiendo senderitos cuyos pasos son troncos de árboles. A ambos lados se extiende una nebliselva increíble de helechos, árboles gigantes cubiertos de un sinfín de especies. Uno de los árboles se llama 35, porque contiene 35 especies, las mismas que pueblan los bosques de Suecia e Inglaterra. Mariposas se cruzan ante nuestros pasos. No vemos perezosos (estarán dormidos).

A la vuelta, el grupo de españoles por el mundo ameniza al personal de la camioneta. No me extraña que nos conozcan allá donde vayamos. Un mono salta de un árbol a otro (no lo veo). También hay salamandras, ranas con los ojos rojos y muchas, muchas mariposas.

Ponemos rumbo a Granada. Resulta curioso ver a las vacas pasear a sus anchas por las calles. Comemos en "Las Colinas", un restaurante con el suelo de arena. Sorprende la hospitalidad de los nicaragüenses. Como un pollo al vino exquisito y algo de "Guapote" (pescado de agua dulce con un sabor parecido a la carpa pero más suave). De postre hojuelas (unas tortas de harina de maíz con miel de higo).

El pobre diablo anda un poco malillo, con un flemón que le hincha media parte de la cara, así que tiene que dejarnos. Nos dirigimos al Lago Cocibolca o Lago de Nicaragua, un mar de agua dulce que constituye el lago más grande del país. Allí tenemos la oportunidad de dar un paseo en barca por "Las Isletas". Algunas de estas islas son privadas. En una de ellas se ve un Poponoche, una especie de coco gigante que es un tipo de fruta que no se come porque en su interior sólo contiene semillas. Me llama la atención ver una escuela en una de las islas, los niños y los profesores tienen que ir en barca.

Volvemos a Granada con el tiempo demasiado ajustado para pasear entre sus calles, así que tenemos que conformarnos con tomar algo en la plaza (que está llena de puestecillos de artesanía, cuadros,...). Regresamos al bus y ponemos dirección a Ticuantepe. A medio camino paramos a cenar unas pizzas gigantes (de vez en cuando viene bien dejar a un lado el gallopinto). Juan y Paco esperan allí. A Juan le han cambiado la medicación y Bea (una de nuestras enfermeras)será la encargada de ponerle una banderilla de urbasón. En la puerta, unos músicos invitan a bailar al son de música tradicional. La mitad de la cena sobra, cosa que no nos importa demasiado porque será nuestro tentenpié para mañana. En el bus se debate sobre sexo... cualquiera se concentra para dormir...

Al fin llegamos al centro. Estoy demasiado cansada para ducharme, así que lo postpongo para mañana. Tengo demasiadas cosas que hacer, principalmente descargar la cámara. Desde que salí de España no lo he hecho. 00:00. Me voy a dormir, mañana promete ser otro día largo.