miércoles, 3 de noviembre de 2010
¿Qué hago ahora conmigo? (Segunda parte)
martes, 31 de agosto de 2010
Pensando de nuevo en Nicaragua...
He tenido la gran suerte de ser admitida en el Curso de Especialista en Cooperación. Y digo la gran suerte porque este año parece que las cosas empiezan a salir algo bien... Ya era hora. Y digo la gran suerte porque creo que al fin he encontrado el lugar que no encontraba: mi sitio. Gracias. Gracias. Gracias.
Dice Coelho que, "cuando alguien desea algo con todas sus fuerzas el Universo entero conspira para hacerlo realidad". Y lo creo. Y espero que este maravilloso Universo siga ofreciéndome la oportunidad de vivir de nuevo la experiencia de Nicaragua, o la experiencia en cualquier otra parte del mundo. Sea donde sea, que me ofrezca de nuevo la oportunidad de aprender a valorar lo realmente importante, de luchar por lo que creo, de trabajar en lo que quiero, de vivir mi vida como quiero vivirla.
Gracias.
sábado, 24 de abril de 2010
Con el paso del tiempo
domingo, 4 de abril de 2010
Nostalgia...
miércoles, 24 de marzo de 2010
Con la mirada en el otro lado del charco
miércoles, 17 de marzo de 2010
TERMINANDO EL TRABAJO
17 de Marzo de 2010
Toda la mañana de trabajo presentando los proyectos del grupo. Ha sido duro, un trabajo contra reloj, porque hemos estado prácticamente siete días fuera de casa sin poder trabajar. Ayer me acosté a las dos de la madrugada preparándolo. Hemos comido en una hora, como los pavos, para asistir !a las tres de la tarde! A una ponencia en Managua, en la AECID. El coordinador, un cacereño que lleva media vida dando vueltas por el mundo y haciendo proyectos. La ponencia informal, como en casa, pero sin café (cosa que echo de menos y que sí hacen los nicaragüenses).
Después volvemos a casa. Esta noche toca cena española. Y debería estar en el ranchón disfrutando de los últimos minutos, pero he tenido que hacer la maleta porque mañana salimos a hacer las últimas compras y tras un largo día de pateo, fiesta y demás, partiremos de madrugada hacia San José de Costa Rica. Esto toca a su fin, parece mentira después de tanto tiempo, corto pero intenso. A veces me da la sensación de haber pasado aquí meses... pero esto ya lo contaré cuando tenga tiempo de reflexionar. Ahora si me permitís, me voy a tomar un merecido Flor de Caña.
Besos desde el otro lado del charco.
La casi “nica”.
DEDICADO A ANELÍS
El viaje toca a su fin. Después de trabajar toda la mañana, vamos a comer un arroz cantonés y ceviche. Tengo que despedirme de mi familia de estos días. La pequeña Anelís está despierta. Tras dar un “piojo” de regalo a Rosa y Dariana y una pulserita a Yamara, me lanzo directa a ver a la chiquita.
Aquellos que me conocen saben de sobra que mi instinto maternal es inexistente y que, a estas alturas de mi vida y llegando al momento en el que el arroz pasa de estar en su punto a quedarse seco, no tengo ni tiempo ni ganas de ser mamá (porque lo de no tener pareja no supone ninguna limitación).
Pero aquella niña me sacudió algo: no el instinto de ser mami, pero sí un sentimiento de ternura que no sentía desde que mi coquito vino a este mundo. Aquella niña de ojos oscuros y vivos que me miraba dedicándome una sonrisa. Aquella niña que me tiraba del pelo o agarraba mi dedo con su pequeña manita, que se llevaba los deditos a la boca a falta de chupete para dormir. Aquella niña me regaló los momentos más especiales y emotivos de mi estancia en este lado del charco. Y ha habido muchos especiales, pero ninguno cargado de tanto amor y tanta dulzura como este. Y Glenda, mi “mamá nica”, sabía por su mirada cómplice lo que estaba sintiendo en aquellos momentos.
Dedicado a Anelís.